No cabe duda de que La Casa de Papel se ha convertido en un éxito internacional gracias a su historia. Por esta sencilla razón, los fans de todo el mundo están deseando saber más sobre la vida real de los actores, especialmente del protagonista Álvaro Morte.
Álvaro Morte adquirió fama internacional por su papel en La Casa de Papel como El Profesor, un hombre que hace planes para el atraco perfecto. Mientras la serie se emitía en Netflix, la producción logró captar el rostro del actor y las máscaras de Dalí. A continuación, repasamos los datos más importantes de su vida privada:
1. Luchó contra el cáncer
Antes de alcanzar la fama internacional, el actor español de 47 años luchó contra el cáncer. Según el portal Screenrant, el propio actor profesional pensó que no sobreviviría a esta batalla con vida. El motivo fue un tumor maligno diagnosticado en su pierna en 2011.
Álvaro Morte imaginaba constantemente que moriría en los tres meses siguientes al diagnóstico y se preguntaba constantemente si estaba preparado para esperar la muerte. Pero una vez terminado el tratamiento, fue declarado libre de cáncer. Cuando sobrevivió a esta terrible prueba, regresó victorioso y reanudó su carrera de actor.
2 Le costó cinco audiciones para La Casa de Papel.
Aunque el papel del profesor en La casa de papel le dio fama internacional, el camino que le llevó a esa fama no fue nada fácil. Álvaro Morte tuvo que competir con grandes actores ansiosos por el papel, y se vio obligado a hacer cinco audiciones en dos meses.
3. Trabajó como ingeniero
Antes de convertirse en actor a tiempo completo, Álvaro Morte trabajó como ingeniero, según screenrant. Al parecer, el traductor de El Profesor tenía formación como ingeniero de comunicaciones.
4. Ha revelado cuál es su estación favorita
Desde el 2 de mayo de 2017 hasta el 3 de diciembre de 2021, La Casa de Papel se emitió con gran éxito, pero según screenrant, la temporada favorita de Álvaro Morte fue la primera, porque disfrutó de la libertad para desarrollar y jugar con su personaje en el plató.
