Come From Away: el musical sobre la hermandad con un potente mensaje

El musical de Irene Sankoff y David Hein está en escena en Buenos Aires en el Teatro Maipo. Con un reparto de excelentes musicales argentinos, el espectáculo consigue deleitar al público con canciones de estilo celta, pero con un toque moderno.

Una de las preguntas que nos hacíamos los mayores de 30 años cuando empezábamos a hablar de política internacional era: «¿Dónde estaba usted el 11 de septiembre de 2001? Recuerdo que era un día festivo en Argentina y yo, un niño de 14 años, estaba haciendo los deberes mientras de fondo la televisión emitía el minuto a minuto del atentado que cambió el mundo.

Documentales, series y reportajes recogen los acontecimientos de aquel trágico día, pero hay una producción que destaca sobre todas las demás por su original enfoque. Come From Away, que ya se ha representado en Nueva York y en el West End londinense, ha llegado a Argentina y se proyectará de viernes a domingo en el Teatro Maipo, cuna del teatro de revista en Buenos Aires.

El musical, de 105 minutos de duración y en un solo acto, cuenta la historia real de los más de 7.000 pasajeros de todo el mundo que desembarcaron inesperadamente en la isla de Gander (Terranova) y de los habitantes de esta pequeña localidad canadiense que los acogieron con la máxima solidaridad.

Cuando 38 aviones fueron secuestrados en esta isla el 11 de septiembre de 2001, la población de la ciudad se duplicó en un instante. Mientras la humanidad atravesaba uno de sus momentos más difíciles, los pasajeros varados en esta ciudad durante días recuperaron la fe en la humanidad gracias a la empatía, la dedicación y la calidez con que los habitantes de esta ciudad los acogieron y reconfortaron.

«Come From Away» es una oda a la hermandad más allá de las fronteras, una obra conmovedora que invita al público a celebrar lo mejor del espíritu humano, un musical que inspira e ilumina lo mejor de lo que podemos ser como personas. Con canciones de estilo celta pero con un toque moderno, el espectáculo sorprende por su sencillez y eficacia, conmoviendo y haciendo sonreír al público en cada momento de la historia.

Protagonizada por Gabriela Bevacqua, Carla Calabrese, Sebastián Holz, Mela Lenoir, Fernando Margenet, Argentino Molinuevo, Edgardo Moreira, Silvina Nieto, Marisol Otero, Agustín Perez Costa, Pablo Sultani, Silvana Tomé, Manu Victoria, Lali Vidal y Pato Witis, Lenoir, Margenet y Otero se destacan por sus roles matizados y sus historias de alto nivel.

Pato Witis, uno de los principales actores del género, es uno de los que, a pesar de su gran talento (que no se explora en este espectáculo), sigue pasando desapercibido entre los demás personajes. Es una pena, ya que anteriormente protagonizó el clásico La Desgracia, que dejó por esta obra. Cabe destacar que, a pesar de lo anterior, maneja todos los personajes y es el ayudante de dirección de la producción, con un papel preponderante detrás de las cámaras.

La excepción es el conjunto, que realiza una actuación sobresaliente y se encarga de bajar el telón tras despedir a los actores. Santiago Molina (flauta irlandesa/flauta rosa/laúd irlandés), Maximiliano Cataldi (percusión), Natacha Tello (violín), Mariano Sáenz Tejeira (bodhrán/percusión/funk), Paula Solange Morales (bajo eléctrico/bajo acústico/sin cuerdas), Pablo Mengo (guitarra eléctrica/guitarra acústica/nylon) y Luis Lattanzi (mandolina/guitarra) dan vida a una obra en la que la música lo es todo.

Dirigida por Carla Calabrese, que ha adaptado la obra junto a Marcelo Kotliare, Come From Away demuestra que en Argentina también se puede hacer buen teatro sin tener que envidiar a Broadway, porque en esta producción hay mucho talento tanto en el escenario como entre bastidores.

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