Como todo, el yoga tiene un propósito y un significado. La práctica del yoga afecta a nuestro cuerpo y a nuestra mente. A través de ella somos capaces de armonizar, liberar, acondicionar y trabajar nuestro cuerpo.
Como vimos en el primer artículo, la palabra yoga viene de la raíz sánscrita «yuj», que significa fusionar, conectar, unir. El yoga es uno de los seis sistemas de pensamiento fundamentales de la India o hinduismo e integra los tres planos de la existencia humana (mente, cuerpo y alma) y al individuo con el universo, el Supremo, Dios o el Todo, a través del shamadhi (un estado de dicha, armonía y plenitud); de ahí que se le llame unión.
Es una disciplina mental y física que permite liberarse de las tensiones y preocupaciones de la vida cotidiana, de las enfermedades y de las fluctuaciones de la mente. Proporciona confort, paz y un estado de unidad interior. Patanjali, considerado uno de los fundadores de la práctica, definió el yoga como «la calma de los movimientos de la mente».
Hoy en día, el yoga suele considerarse un tipo de actividad física que ayuda a mejorar el estiramiento y la postura.
Beneficios del yoga
En general, esta práctica aumenta la energía del cuerpo, lo limpia de toxinas, refuerza sus defensas naturales contra las enfermedades y los estímulos ambientales y optimiza su funcionamiento.
También mejora la flexibilidad de los músculos y las articulaciones y proporciona mayor vitalidad y agilidad. Aumenta la fuerza física, entrena los músculos y mejora el aspecto general del cuerpo.
Ayuda a estimular el metabolismo y los procesos anabólicos, la circulación de energía y la oxigenación del cuerpo. Además, al aumentar la producción de endorfinas, ayuda a reducir el dolor y la inflamación causados por ciertas condiciones físicas y crea un estado de relajación.
El yoga es considerado por muchos como una medicina holística que previene y trata las enfermedades crónicas; varios estudios han demostrado que mejora el estado de los pacientes que padecen asma, fatiga crónica, artritis y aterosclerosis, entre otros.
Ayuda a mejorar la respiración, que afecta directamente a la salud de los órganos, y nos enseña a utilizar mejor la energía. Protege la integridad de la columna vertebral mejorando la postura; los discos intervertebrales se dañan menos de lo normal gracias al riego sanguíneo y al aumento de la flexibilidad.
A través de ejercicios específicos, ayuda a estimular los órganos internos y se destacan los resultados positivos que produce en los sistemas neurológico, endocrino, digestivo y respiratorio.
En resumen, el yoga es el arte de conocerse a sí mismo. Es la ciencia de cómo funcionan el cuerpo, la mente y el intelecto en el proceso de liberación. Es la experiencia del conocimiento autoadquirido, no el conocimiento aprendido en los libros.
