La exfoliación es la renovación de la capa más externa de la piel. En este proceso, nuestra piel se deshace de las células muertas para dejar espacio a las nuevas.
Tipos de exfoliación y su uso
1. Exfoliación mecánica: consiste en frotar cualquier tipo de producto o material contra la piel, que extrae las células muertas.
2. Exfoliación química: son exfoliaciones que utilizan ácidos que ayudan a eliminar los lípidos responsables de la unión de las células de la piel. En este caso, hay que tener en cuenta el tipo de piel:
- Pieles secas: los más adecuados son los llamados ácidos AHA, que no sólo exfolian la piel sino que mejoran su luminosidad e hidratación. El más popular es el ácido glicólico.
- Pieles grasas: se recomienda el uso de los llamados ácidos BHA. Su ingrediente activo es el ácido acetilsalicílico, un exfoliante liposoluble que penetra profundamente en la piel y ayuda a abrir los poros, equilibrar la producción de grasa y eliminar las células muertas de la piel.
3. Exfoliación enzimática: estos exfoliantes son los mejores para las pieles sensibles porque buscan las células muertas ya liberadas por las enzimas naturales de las plantas. También provocan una exfoliación suave, gradual y segura, incluso en pieles muy sensibles.