La actriz de 25 años intenta superar las decisiones que tomó en su adolescencia en el papel de Arya Stark. Aunque no se arrepiente de sus experiencias, dice que hay cosas que desearía haber hecho de otra manera.
Maisie Williams es una de las actrices que más popularidad ha ganado con el éxito de la serie Game Of Thrones.
Su interpretación de Arya Stark, uno de los personajes principales de la serie, fue disfrutada por millones de espectadores en todo el mundo y la consagró como una de las actrices jóvenes más prometedoras.
Pocos saben que, casi tres años después de la emisión del último episodio de la serie, Maisie Williams lucha contra el resentimiento que le dejó el personaje que interpretó durante toda una década. Esto se debe a que la serie de HBO coincidió con la adolescencia del personaje, por lo que no era libre de percibir sus cambios interiores porque solo estaba centrada en «ser Arya».
«Creo que cuando comencé a ser mujer, estaba resentida con Arya porque no podía expresar aquello en lo que me estaba convirtiendo. Después también me molestó mi cuerpo, porque no estaba alineado con la parte de mí que el mundo celebraba (…) Mi personaje estaba continuamente como disfrazada de chico, con el pelo muy corto y siempre cubierta de polvo (…) No sé, era horrible estar así durante seis meses al año», declaró.
La actriz, que ha eliminado todas las fotos de Arya de su perfil oficial de Instagram, también ha explicado que «me avergoncé de mi cuerpo durante un tiempo» y que esto se suma a todos los cambios que la producción quiso hacer a su personaje: «También me oscurecieron la nariz para que pareciera más ancha y me dieron un aspecto más masculino y me pusieron una especie de corsé para evitar que mis pechos crecieran».
Cuando Maisie Williams habla de esta experiencia, subraya que no quiere que se vea como un arrepentimiento, sino que está feliz de haber podido aparecer en GOT. Tampoco descarta la posibilidad de volver a interpretar a Arya «cuando sea el momento adecuado y con la gente adecuada». Le gustaría que la orientaran sobre cómo separar el trabajo de la vida privada, lo que no es posible por la falta de experiencia a su edad.